CONTINUA CAMPAÑA BOLSA MUNICIPIO CARIRUBANA
La biodegradación es el
consumo de sustancias por parte de los microorganismos por lo que, para que la
tarea les resulte sencilla, los materiales deben provenir de fuentes naturales.
El plan, a futuro, es ir a un
escenario de fabricación y utilización de bolsas biodegradables a gran escala.
Pero la situación ideal consistiría en una concientización ciudadana que las
hiciera innecesarias.
Cuando
un plástico es biodegradable, significa que ese plástico puede descomponerse en
condiciones que se dan en la naturaleza, mediante la acción enzimática de
microorganismos como bacterias, hongos y algas, transformándose en nutrientes,
dióxido de carbono, agua y biomasa. Las
bolsas hechas de polietileno no desarrollan este proceso, pero sí algunos
bioplásticos fabricados a partir de recursos naturales
renovables (almidón de patata) o de algunos poliésteres sintéticos. Las bolsas
biodegradables pueden tener un porcentaje de materias renovables y otro de
derivados del petróleo.
Degradable, aunque suena muy parecido a biodegradable, se refiere a
un proceso diferente (estos plásticos no cumplen los requisitos de la norma
UNE-EN 13432). Son bolsas de plástico como las de siempre, pero a las que se
han añadido unos aditivos que aceleran su desintegración física. Esta
degradación puede ser inducida por la luz ultravioleta (fotodegradable) o por
la oxidación
(oxodegradable).

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